jueves, 1 de marzo de 2007

Primera Clase: Entre Gutemberg y Bill Gates

Si Gutemberg levantara la cabeza... se golpearía con la lápida, eso ya lo sabemos. Sin embargo, una vez superado el dolor momentáneo y acostumbrados sus ojos a la claridad nuclear que este su futuro irradia, se daría de bruces con una realidad que le obligaría a tirarse de la barba unas cuantas veces antes.


Que el mundo que él dejó se haya convertido en la aldea global que hoy conocemos, se lo debemos a la red de información, periodística o no, que ahora nos ocupa. Fué su imprenta la que actuó como núcleo del entramado que fue reproduciéndose a lo largo de los siglos, nutriéndose de los nuevos inventos –radio, telégrafo, televisión, medios de transporte en general- que se integraban en él en forma de nodos de los que partirían nuevas ramificaciones para alcanzar cualquier punto del globo, reduciéndolo al nivel de aldea. Global, eso sí, pero aldea al fin y al cabo.

Por su fuerte relevancia, he sacado de la anterior enumeración de inventos a Internet y la informática en general. Con un crecimiento ligado al imperio Microsoft, ha sido determinante -como en su día la imprenta- para el desarrollo humano y para, también, disminuir las distancias entre las casas de la aldea.

Nunca podremos saber si convertirse en una de las figuras más determinantes del siglo, en sinónimo de fortuna o en el hombre que compara, en términos de placer, estar con su hija con un buen software entraba en los planes vitales del joven Gates, avispado ingeniero en Harvard; o ha sido el mero resultado del devenir de los acontecimientos. Lo que sí parece cierto es que el fruto de su trabajo cuenta con una solidez que para sí la quisieran muchos gobiernos, a la vista de las dificultades que para consolidarse en el sector tienen empresas similares y sistemas alternativos. Solidez que le ha permitido llegar a los lugares más recónditos del planeta, -a pesar de que Buthan se le resista con una tozudez conmovedora- hasta el punto de convertirse en toda una institución en la India.

A este reino de fibra óptica, virtual y sólido a partes iguales, se entregan las redacciones de los principales periódicos americanos para sobrevivir a la galopante caída de su número de lectores. Dedican cuantiosas sumas a sus ediciones digitales pero los nuevos seguidores son menos de los que perdió el papel y se ven obligados a seguir recortando plantilla y presupuestos. Lo único que parece claro es que la gente o ha dejado de leer, o ha sustituido el Post por las novelas de intrigas religiosas.

Según Rosenstiel, director del proyecto americano para la excelencia del periodismo, hay que encontrar la fórmula que combine las posibilidades de la red con el espíritu del buen periodista: “aquel que cuenta la verdad sin miedo ni favoritismos”, sentencia.

Algo habrá que hacer. Reducir el tamaño de los reportajes, buscar un tipo de letra más grande, sacar más fotos en color o, como en España, ofertar fabulosas cuberterías y baterías de cocina.

Mientras lo pensamos, no queda sino reirse



4 comentarios:

VBV dijo...

Artículo y blog currados. Sin pegas. Toda una inspiración al inicio del blog.

Josu dijo...

Vas en cabeza, está claro... Gran blog de otro grande, egg que éstos de Jaén...

ale dijo...

veo el espíritu de karina y de raphael en este blog, siento su presencia, siento sus letras

achu dijo...

A los grandes corredores se les ve pasar por delante con respeto y adimiración y luego se continúa como se pueda, pero con Karina y Raphael, ya ME RINDO.